La Alegría es la emoción que conecta con el «Sí a la vida», con el deseo de vivir.
Es la emoción del propósito, del inicio de los ciclos. Es complementaria a la “Tristeza”, el siguiente paso a la emoción de la tristeza, de la que ya hemos hablado.
Cuando vas aprendiendo a fluir, inmediatamente puedes ponerte de nuevo en la alegría, en el sí a lo nuevo, en Camino….
En la dualidad Tristeza-Alegría; cuando estás en el momento presente, la tristeza es un pequeño tiempo, para darte cuenta de lo que termina. El proceso de dar fin supone:
- Bajar a los genes la experiencia y la sabiduría, la nueva energía.
- Compartir con el Universo esa sabiduría, la nueva Luz generada en nosotros.
- Eliminar lo que no es ya necesario y enviarlo al vacío creador, para que la Tierra lo convierta de nuevo en energía.
La tristeza sólo es necesaria un segundo, cuando eres totalmente consciente de lo que vives. Y, después de vivir el segundo de tristeza, que transforma en sabiduría la experiencia y que nos hace darnos cuenta de que algo ha terminado…, necesariamente viene el «Sí a lo Nuevo”. Viene la Alegría de vivir un nuevo ciclo, un nuevo proceso….
Podemos hablar de tres niveles de deseo:
- El deseo de la personalidad desconectada de La Fuente: es un deseo egocéntrico, no incluye ni ve a los demás, ni a la Unidad de la que formamos parte.
- El deseo del Espíritu: Es la fuente queriéndose conectar con nosotros para que evolucionemos como personas, es la vida ayudándote a realizar tu camino, haciéndote de espejo.
Lo esencial para comprenderlo es transcender la moral. Saber que todo está al servicio de la reconciliación de los opuestos. La vida nos ayuda facilitando siempre. Los fracasos aparentes son necesarios para “Incluir” y transmutar dolores ancestrales. Todo está al servicio de la vida. Con Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares, pudimos aprender la necesidad de la pertenencia de todos y de Todo.
- El deseo de la personalidad conectada con el Espíritu: es el deseo que se vive desde el asentimiento a la vida como es, es el deseo más elevado, el que sabe que todo es sistémico, todo está bien , todo es perfecto. Todo está:
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- Al servicio de la evolución nuestra, cómo Ser.
- Al servicio de la transformación de los genes del sistema familiar que nos dio la vida.
- Al servicio de la unidad de la que formamos parte, al servicio de la transformación de la humanidad.
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El deseo del espíritu es alegría Plena, metaemoción, conciencia.
El deseo del espíritu es evolución, conciencia.
La alegría consciente es expansiva, es acogida, es creadora de futuro.
La alegría consciente es Inspiradora, es energía femenina.
La alegría consciente es el “Sí a la vida como es”.
La alegría consciente comprende que todo forma parte de un Plan de evolución.
La alegría consciente valora todo, también tu parte vulnerable.
Es un Sí a ti mismo, a tu valor personal.
Es un Sí a tu capacidad de DAR lo recibido.
Es un Sí a la vida.
Es un Sí que te abre a la acogida de todos los demás.